En 2017, el gobierno catalán siguió adelante con un referéndum de independencia prohibido y luego emitió una declaración de independencia de corta duración.
En 2017, el gobierno catalán siguió adelante con un referéndum de independencia prohibido y luego emitió una declaración de independencia de corta duración. AFP

La derecha española, en el poder durante el intento fallido de secesión de Cataluña en 2017, está tratando de recuperar terreno en la región rica en votos antes de las elecciones generales anticipadas de este mes con un tono más conciliador.

Pero un regreso al poder del conservador Partido Popular (PP), que lidera las encuestas, corre el riesgo de reavivar las tensiones separatistas, especialmente si el partido necesita el apoyo de la extrema derecha Vox para gobernar.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, visitó Cataluña varias veces antes de las elecciones del 23 de julio y prometió ser el jefe de gobierno de "todos los catalanes".

La región nororiental, una de las más ricas de España cuya capital es Barcelona, cuenta con 48 escaños en el parlamento de 350 escaños del país.

El PP, que adoptó una línea dura contra el empuje separatista de Cataluña, ocupó solo dos de estos 48 escaños en la asamblea saliente y tiene margen para crecer en la región.

Feijoo prometió durante una entrevista publicada en el diario El Mundo el 2 de julio que si llega a ser presidente del Gobierno, les dirá a los separatistas que siguen en el poder en Cataluña que está "disponible para hablar".

El tono contrasta con el del ex presidente del Gobierno del PP, Mariano Rajoy, quien estaba en el poder en 2017 cuando el gobierno catalán impulsó un referéndum de independencia prohibido y luego emitió una declaración de independencia de corta duración.

Rajoy respondió aboliendo la autonomía catalana, mientras que los líderes de la región huyeron al extranjero o fueron arrestados y luego condenados a largas penas de cárcel.

Fue una de las peores crisis políticas de España desde que el país volvió a la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.

El presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, que llegó al poder menos de un año después, ha repetido en campaña electoral que "sofocó el conflicto" tomando "decisiones arriesgadas".

En 2021, su gobierno perdonó a los separatistas catalanes encarcelados detrás del fallido intento de independencia, una concesión vista como inaceptable por la derecha que se ve a sí misma como defensora de la unidad española.

"Feijoo aprendió las lecciones de la gestión del conflicto por parte de Mariano Rajoy", dijo Ana Sofía Cardenal, profesora de política en la Universitat Oberta de Catalunya.

"Tratará de calmar los ánimos con la palabra" aunque no cambie significativamente la política del PP sobre el separatismo catalán, ha añadido.

Feijoo se ha comprometido a aprobar una ley si llega al poder para castigar la celebración de un referéndum independentista y restablecer el delito de sedición que se utilizó para condenar a los líderes catalanes.

El Gobierno de Sánchez eliminó del código penal el delito de sedición como un ramo de olivo a los catalanes tras el disputado referéndum.

Vox adopta una línea aún más dura: ha exigido que se criminalicen los partidos separatistas catalanes y que se vuelva a centralizar el poder en Madrid.

Fundada en 2013 por ex miembros del PP descontentos, la popularidad de Vox se disparó gracias a su feroz oposición a la fallida campaña separatista catalana. Fue el tercer partido más grande en el parlamento saliente.

"Frente a esta ola reaccionaria, Cataluña será el bastión de la defensa de los derechos y las libertades", dijo la semana pasada Pere Aragonés, un separatista moderado que encabeza el gobierno regional de Cataluña.

Ha instado a los catalanes a "movilizarse" contra la derecha.

Una encuesta reciente mostró que el 42 por ciento de los catalanes apoya la independencia, mientras que el 52 por ciento está en contra.

Si un gobierno del PP, por ejemplo, frena el uso de la lengua catalana en las escuelas de Cataluña, "podría inflar moralmente el movimiento independentista", dijo Ernesto Pascual, profesor de ciencias políticas en la Universidad Autónoma de Cataluña.

"Podríamos volver a una situación como la de hace unos años", añadió.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, ha visitado Cataluña varias veces antes de las elecciones del 23 de julio.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, ha visitado Cataluña varias veces antes de las elecciones del 23 de julio. AFP
La vuelta al poder del conservador Partido Popular (PP) corre el riesgo de reavivar las tensiones separatistas
La vuelta al poder del conservador Partido Popular (PP) corre el riesgo de reavivar las tensiones separatistas AFP