Los penitentes llevan una carroza con una estatua conocida como el 'Abuelo de Jaén' durante una procesión en Jaén para hacer caer la lluvia
Los penitentes llevan una carroza con una estatua conocida como el 'Abuelo de Jaén' durante una procesión en Jaén para hacer caer la lluvia AFP

La sequía es tan severa en algunas partes de España que miles de personas están invocando al cielo desesperadas por lluvia.

El lunes, los feligreses de la ciudad sureña de Jaén realizaron una procesión que llevaba en alto una estatua de Cristo llamada "El Abuelo" para pedir lluvia por primera vez desde 1949.

Miles asistieron a la procesión mientras los expertos dicen que partes de España son las más secas en mil años, con sequías que agotan los embalses a la mitad de su capacidad normal, según muestran las cifras.

"Estamos en medio de una persistente sequía y el objetivo de esta procesión es invocar al Señor para que nos ayude y nos salve", dijo a la AFP Ricardo Cobos, miembro de la hermandad "El Abuelo".

El 25 de abril, España solicitó a la Unión Europea fondos de emergencia para ayudar a los agricultores del país a lidiar con una grave sequía que amenaza los cultivos.

Dos días después, España continental registró su temperatura más alta en abril, alcanzando los 38,8 grados centígrados (101,8 grados Fahrenheit) en Córdoba, según mostraron datos preliminares.

Los depósitos de agua están a la mitad de su capacidad a nivel nacional y el sindicato de agricultores COAG dice que el 60 por ciento de las tierras de cultivo se están "asfixiando" por la falta de lluvia.

España es el mayor exportador mundial de aceite de oliva y una fuente clave de frutas y verduras de Europa.

"Somos muy dependientes del olivo y del cultivo del aceite, por lo que cuando la tierra deja de recibir agua es una catástrofe económica", dijo Cobos.

El año pasado, España experimentó su año más caluroso desde que comenzaron los registros, con cifras de la ONU que sugieren que casi el 75 por ciento de su tierra es susceptible a la desertificación debido al cambio climático.

De vuelta en Jaén, los ojos están en el cielo. "He venido a ver al Señor y tengo mucha fe en que nos dará agua", dijo Antonia Contreras, que venía a seguir la procesión desde un pueblo vecino.